Merced & historia

El estudio documentado y sin prejuicios del propio pasado hace a la Iglesia más “experta en humanidad”, porque da a conocer el espesor histórico y le permite igualmente reconocerse en su necesaria, pluriforme y continua obra de inculturización y aculturación. Esta indagación, que procede de la ponderada recogida de lo que es documentable, se lleva a cabo con el fin de plantear un futuro basado en las contribuciones de la Tradición, en la que la memoria es también profecía
(Cf. Pontificia Commissione per i Beni Culturali della Chiesa, La funzione degli archivi ecclesiastici).

Llegaremos al conocimiento de la Merced y a obtener unos resultados críticamente rigurosos sólo si recorremos su evolución dentro de la historia de la humanidad, sin conceder nada a los recurrentes integralismos esencialistas y sin aislar a la Merced del contexto cultural, social, político y económico en el que ha vivido y vive aún hoy y del que recibe influjos e impulsos y del que es, a su vez, uno de los factores más importantes. La identidad de la Merced no consiste en su alteridad con respecto a la Iglesia y a la sociedad, pues se expresa en la búsqueda incesante del anuncio del evangelio y de conformarse a ello según el carisma de Pedro Nolasco en constante relación y diálogo en la Iglesia y en la sociedad.