Merced & historia

Juan Interián de Ayala, O. de M.
Cofundador de la Real Academia Española

(1657-1730)

(Madrid, V.1657 – †20.X.1730). Nacido en Madrid, de ascendencia canaria, es cofundador de la Real Academia de la Lengua, tratadista de arte, catedrático de trilingüe, lexicógrafo y predicador real.

 

Ingresó en la orden de la Merced en 1672, profesando en Madrid en 1673. Su formación la recibió, los primeros años, en el convento de Huete (Cuenca) y pasó luego a matricularse en la Universidad de Salamanca (1677-1680). En 1688, ya graduado como maestro, comienza su labor docente en la Universidad de Salamanca pasando por distintas cátedras: Griego, Artes y Trilingüe.

 

Publicó dos tomos de sermones (Salamanca 1703) y llega a ser nombrado, por el rey Felipe V, predicador real de la ‘Junta de la Inmaculada Concepción’. También fue el encargado de redactar varias oraciones fúnebres de personajes importantes de la época: Luis I (1725); María Luisa de Saboya (1715); Francisco Farnesio de Parma, padre de la reina Isabel (1728); y del marqués de Villena (1725). 

 

Su mayor gloria ha sido pertenecer al grupo de fundadores de la Real Academia de la Lengua (1713), perteneciendo a la tertulia del marqués de Villena, desde 1711, de donde se gestó la Academia. Fue el primer ocupante del Sillón E. Formó parte de la comisión redactora del afamado Diccionario de Autoridades (1726) encargado de la letra K, aunque colaboró también en otras secciones como experto latinista.

 

Otro de sus méritos destacables — hoy muy valorado por los estudiosos de la historia del Arte — fue la publicación de su tratado de arte Pictor christianus eruditus (Madrid 1730), traducido pronto al español (1782) con varias ediciones, y al italiano. Se trata del último de los tratados españoles dirigidos a normativizar la realización artística de las imágenes sagradas. Los objetivos de esta obra — según la crítica más reciente — ya no coinciden totalmente con los del barroco postridentino (Molanus, Paleotti, Carducho, Pacheco y Palomino), sino que ya están asociados con el pensamiento de la Ilustración temprana, dentro del ámbito de la vinculación de Interián al grupo de los llamados novatores, esto es, intelectuales que llevaron a cabo las primeras iniciativas culturales ilustradas en España.