Merced y actualidad

La Merced en la liturgia
Un lustro anunciando y celebrando

 

La Liturgia, fruto del largo destilado de los siglos de la lex credendi, herida, no obstante, hoy por el racionalismo progresista, es el tesoro de la redención encarnada en la Santa Tradición de la alabanza y plegaria de los redimidos.

El Institutum Historicum Ordinis de Mercede, en su misión de tutelar y dar luz al patrimonio heredado y acumulativo de la esencia mercedaria por medio del conocimiento y valoración reverencial de los ricos matices que cada una de las épocas de la historia ha ido aportando, como brotes bisoños templados por el añoso tronco, desde el jubileo del octavo centenario (2018) hasta el presente año (2022), ha ofrecido a la entera Familia Mercedaria algo más que un estrecho Ordo, pues ha confeccionado un vademecum para anunciar y celebrar la liturgia propia mercedaria en su plenitud, haciendo de él un libro de espiritualidad y subsidio útil para la pastoral de la Merced: La Merced en la Liturgia.  

La novedad de este instrumento ha llamado la atención, pues ha sido cabeza de lanza y único en su género. De esta novedad cabe destacar su estructura, que ha desbordado los cauces del mero ordenamiento litúrgico, convirtiéndolo en un libro de piedad mercedaria para religiosos, religiosas y laicos. En esta nueva estructura se ha combinado el aspecto iconográfico, las notas históricas, las notas litúrgicas y las notas pastorales como cuatro pilares complementarios para ayudar a encarnar, potenciar y propagar la espiritualidad propia de la Merced en la armonía litúrgica de la Iglesia. Así ha pretendido ayudar a propagar, en primer lugar, el culto de Nuestra Madre de la Merced, así como el de los santos, beatos y venerables mercedarios de la Orden y de la completa Familia Mercedaria en todas sus ramas y congregaciones. Además, ha ofrecido un suplemento de oraciones para impregnar los actos, los días y las horas del aroma de Dios con su matiz de Merced.

Bien es cierto que hubo que renunciar al latín obligados por las circunstancias culturales de nuestros días. Sin embargo, para no perder el sentido de universalidad católica, se publicó en las dos lenguas internacionales occidentales (inglés y español) junto con la lengua italiana que hace, en la práctica, de lengua oficiosa eclesiástica.

La Merced en la Liturgia ha ofrecido, como un plus, unas notas históricas para ayudar a comprender la raíz de cada una de las festividades, celebraciones y efemérides, ayudando a evitar así las veleidades de tiempos y emotividades efímeras, y ofreciendo de este modo el arraigo y trascendencia de lo celebrado.

A la vez, ofrecía las notas litúrgicas que cada fiesta requería para su recta celebración en comunión con la Iglesia y la Tradición.

El aspecto iconográfico, por su parte, ha sido cuidado con esmero para ofrecer la imagen o imágenes más bellas y significativas en las que la espiritualidad mercedaria ha encarnado su piedad y devoción.

Por otra parte, también, se ofrecían unas notas pastorales para ayudar a la reflexión y ofrecer, a su vez, a los agentes pastorales alimento espiritual y material práctico para auxiliarle en su tarea de servicio pastoral del pueblo de Dios.

A través de este instrumento, La Merced en la Liturgia, se ha intentado recuperar dos particulares notas de la piedad mercedaria, a saber, la liturgia del sábado mercedario y la plegaria en favor de los cautivos, tan tradicional y propia de la Orden.

En fin, una obra en la que este Instituto ha puesto lo mejor de sí, en respuesta a la confianza recibida en este lustro pasado. La estela ha sido señalada y la dirección marcada para los que sigan, como hizo Nuestro Señor en la última cena. Pero, como siempre se repite, «no todos» (Jn 13, 10) gozaron con tanta gracia.

 

Enrique Mora González
IHOM