Calendarium Mercedarium

19 septiembre
SANTA MARÍA DE CERVELLÓ, O DEL SOCORRO<br>Virgen

SANTA MARÍA DE CERVELLÓ, O DEL SOCORRO
Virgen

Orden de la Merced~ Memoria
En las comunidades de monjas y hermanas ~ Fiesta

 

Notas históricas

María de Cervellón nace en Barcelona, la tradición mercedaria marca el día 1 de diciembre de 1230. En ese momento, los frailes de la Merced llevan algunos años redimiendo cautivos del poder de sarracenos y en la ciudad portuaria y comercial se habla de la gran obra de caridad que eso supone, y las necesidades crecientes que día a día se manifiestan, no sólo para acudir a rescatar, sino para atenderlos una vez redimidos en el hospital de santa Eulalia. Como a toda joven de su edad su familia trata de casarla en alianzas familiares y estratégicas; pero María ya ha decidido que su vida pertenece a otro; se desposa con Cristo para estar al servicio de los otros cristos, cautivos, llagados, enfermos y necesitados. Fray Bernardo de Corbera acompaña los primeros pasos de María, que se consagra a Dios en La Merced el 25 de mayo de 1265 junto con otras jóvenes barcelonesas. No es la primera, pues hay constancia de que La Merced femenina comenzó antes, pero sí que es la primera de la que se conoce su entrega. Su vida transcurrirá a partir de este momento entre su casa y el hospital de santa Eulalia, junto al mar, en el arenal de la Vilanova, donde está edificado por donación de Raimundo de Plegamans. No nacen como familia contemplativa, pero su vida está centrada en la oración. No nacen como monjas de clausura, pero se recogen en fraternidad para poder vivir el mandato del Señor: Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos. Ha prendido una llama en el corazón y es capaz de que otras sigan el camino iniciado. Formarán una comunidad de hermanas disponibles para la redención, colaboradoras hasta el final.

El sobrenombre de Socós o Socorro, con el que se le conoce, a que fue vista acudir en socorro de las naves de la redención, en medio de las olas de un mar embravecido. Murió el 19 de septiembre de 1290, y sus restos se conservan en la Basílica de la Merced de Barcelona.

El 13 de febrero de 1692 el Papa Inocencio XII dio sentencia favorable y confirmatoria del culto inmemorial; y fue introducida en el Martirologio romano el día 8 de noviembre de 1729. Hoy las monjas y religiosas de la Orden la proclaman como la mujer fuerte que sigue a Jesucristo encarnándose en las realidades del cautiverio para ser redentoras con Cristo a través de la oración, y de diversos apostolados según las propias constituciones.

 

Notas pastorales

María es la mujer dispuesta a salir. Toda su vida está llena de riesgos para acercar la caridad redentora a los pobres cautivos. Nada quedaba fuera ni lejos del alcance del amor de esta primera mercedaria que supo liderar al primer grupo de mujeres que dejándolo todo quisieron consagrar sus vidas en el servicio del hospital de los cautivos.

María es la mujer que se enfrenta a las tormentas. No solo a las tormentas del mar, cuando los barcos son zarandeados por las olas y el fuerte viento. No solo están los peligros de hundirse y de que todos puedan acabar en el fondo de las aguas. La intercesión y el auxilio de María de Cervellón va más lejos. Muchas son las dificultades a las que tiene que enfrentarse el creyente. Muchas son las tormentas que acechan, y muchos los vientos contrarios que hacen peligrar la fe. Les pasó a los discípulos de Jesús. Y tuvo el Maestro que calmar las aguas y los vientos. Estaba con ellos, y sin embargo dudaron. Con toda su fuerza y valentía sentían que no podían hacer nada.

María de Cervellón es la mujer creyente, plenamente confiada en la presencia de Jesús en la barca de los redentores. No es posible desconfiar si la fe es fuerte, y se sostiene no en las propias fuerzas, sino en la profunda convicción de Aquel que me conforta, y me sostiene. María de Cervellón es la mujer frágil que en la convicción profunda de su vida sabe que no está sola, sino que está acompañada por la mano fuerte del que guía la frágil barca de la redención. Todo se ha fiado a la presencia del Redentor.

María de Cervellón es la mujer del hospital. Vivir para los demás. En el hospital no puedes despistarte, no puedes abandonar tu puesto. La vida de los demás depende de tu compromiso. Cuando la tentación es el desánimo, de abandonar, de mirar para otra parte, su testimonio es una opción pastoral por los heridos de la historia, los nuevos cautivos, apartados, caídos en el camino, necesitados de los buenos samaritanos, que comprometan su vida y su libertad en el rescate, y en el cuidado. Cuando la tentación es hablar mucho y comprometerse poco, la figura de María de Cervellón nos replantea las opciones de los mercedarios contemporáneos: el riesgo es la jugada de entregar la vida. Estar disponible es abandonar el abatimiento, y salir en medio de las olas cuando azotan la tranquilidad de la vida para socorrer a los que se ven arrastrados por las cadenas modernas, tratando de devolver vida, libertad y dignidad.

 

Notas litúrgicas

Color litúrgicoBlanco
MisaPropia de la Orden de la Merced
LecturasRom 12,1-2. 9-13
No os ajustéis a este mundo
Sal 15
El Señor es el lote de mi heredad
Mt 5,1-10
Dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios
Lit. de las HorasPropia de la Orden y Común de vírgenes
OremosPor la Iglesia de Cristo, que como nave de salvación camina entre las dificultades del mundo, para que sea refugio y alegría de cuantos buscan a Dios
Por las mujeres consagradas a Dios en los institutos mercedarios, para que en la contemplación y en la acción sean testimonios vivos de un Dios que llena el corazón humano, que ilumina y libera
Indulgencia PlenariaBreve de Benedicto XIV (16 de noviembre de 1757)

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